sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Oh, en qué siniestro torbellino se había convertido mi vida...!

"...Nosotros, las personas espirituales... ...soñamos todos con un lenguaje sin palabras, que diga lo inexpresable, que refleje lo irrepresentable...
...Los señores generales y los grandes industriales tenían razón por completo: no servíamos para nada los 'espirituales', éramos gente inútil, extraña a la realidad, sin responsabilidad alguna, de ingeniosos charlatantes. ¡Ah, diablo! ¡La navaja de afeitar!..."

Hermann Hesse, El lobo estepario.

No hay comentarios: